Ruta por Marruecos

 

En el 2007 me hice con una Suzuki DRZ400S para explorar más allá del asfalto y que mejor que estrenarla por Marruecos (un paraíso para los amantes del off-road), a pesar de mi nula experiencia en rutas campestres. Fue divertido y emocionante, con sus momentos de tensión, como cuando me persiguieron en coche para venderme hachís (ya me avisaron que no pasara por Ketama), la caída en la pista de Cirque Jaffar o la tormenta de arena en las dunas de M’Hamid. Más de 3000 quilómetros en 15 días descubriendo un país especial.

 

Primera incursión campestre por Marruecos, en la cordillera del Rif, cerca de Chefchaouen.

Recorriendo la bonita Chefchaouen.

Hay zonas del Rif que podrían ser los Pirineos

Disfrutando del relajante paisaje de bosques de Cedros. Buen sitio para desaparecer varios días.

Estos bosques están llenos de macacos como éste.

Comiendo. El tiempo fue cojonudo, ni frío ni calor, la ruta fue a finales de Octubre.

Tanto me gustaron estos bosques que decidí hacer acampada libre. El sitio era perfecto para ello.

Sólo acampando en medio del bosque se puede disfrutar de una puesta de sol como ésta.

Ya en el Gran Atlas con paisajes espectaculares. Este es el principio de la pista del Cirque Jaffar.

De vez en cuando hay que parar y contemplar el paisaje.

Aunque la pista no es difícil, para un novato como yo había algún tramo emocionante.

Lo más emocionante es verte en medio de nada durante muchos quilómetros. Confiando en el GPS.

Dirección la garganta del Dadés por una pista que sube hasta los 3000 metros de altura. Espectacular.

El paisaje es sobrecogedor y el camino también, cuidadín con salirse de la pista...

Ya más abajo se sigue por algunos cañones.

Fuentes de l’Oum-er-Rbia. En medio de áridas montañas existen agradables sorpresas como ésta.

En los valles se aprovecha al máximo los ríos para el cultivo. Algunas montañas parecen de terciopelo.

Salida de la Garganta del Dadés.

Más gargantas espectaculares.

El abuelo gasolinero no tenía ganas de trabajar y tuvieron que ir a buscarlo al bar, jejeje.

Algún paisaje te recordaba que estabas en África. Parece la sabana… ¡¡¿ y los leones ?!!

Y después de las montañas del Atlas tomo camino hacia las zonas desérticas del sur.

En el sur te encuentras con otro tipo de paisajes, como los palmerales, donde vive bastante gente.

La mayor parte del desierto marroquí es pedregoso, para las dunas hay que acercarse al Sahara.

¡Por fin dunas! Éstas son del famoso Erg Chebbi, cerca de Merzouga. El principio del Sahara.

Y como esto de las dunas es nuevo para mí, me dedico a hacer el ganso. Es un entorno casi mágico.

Es alucinante presenciar la salida o puesta de sol y ver como varía el anaranjado de la arena.

Éste es un coleguita que conocí en medio de las dunas.

Así desde lejos acojonaba bastante el nubarrón. Fue el único día que pillé algo de lluvia.